1.2. Surfeando la Web: los navegadores
“Un navegador es un programa en tu computador que te permite visitar sitios web” (Toff, 2009). Esta herramienta es la puerta de entrada a la web, siempre y cuando el dispositivo desde el cual se acceda posea conexión a Internet. El navegador es el software que resuelve y traduce en pantalla las interfaces gráficas de las páginas web. Al momento de adquirir un dispositivo o máquina de escritorio, el sistema operativo con el que corre, suele venir empaquetado con un navegador predeterminado. Adquirir un nuevo navegador es gratuito y sencillo, ya que sus procesos de instalación son intuitivos, considerando que es uno de los softwares principales que un nuevo usuario tecnológico es propenso a instalar.
Actualmente se encuentra disponible un espectro de diferentes soluciones en materia de navegadores web, cada una de ellas adaptada a diferentes tipos de usuarios. Tomando como base las estadísticas recolectadas por la W3C sobre los visitantes a su sitio web, se puede realizar una comparación sobre el uso de navegadores en el transcurso de un año. Los primeros datos fueron recolectados en mayo 2013, y los más recientes, en junio de 2014. El navegador más utilizado a mayo de 2013 es Google Chrome, el cual acapara más de la mitad de los usuarios (52.9%). Es el navegador con mayor crecimiento, considerando que apareció en el mercado a mediados del año 2008. Detrás de éste, y en caída, viene Mozilla Firefox, con el 27.7% (World Wide Web Consortium, 2013a). Un año más tarde, los primeros puestos se mantienen, pero nuevos valores que soportan la idea de crecimiento de uno y decadencia del otro: Chrome acapara el 59.3% de los usuarios, mientras que Firefox bajó al 25.1% (World Wide Web Consortium, 2014).
Otros navegadores populares son Internet Explorer, exclusivo para plataformas que corren con el sistema operativo Windows; Safari, navegador predeterminado en sistemas operativos de Apple, tanto en máquinas de escritorio como en sus dispositivos móviles y Opera.
La elección del navegador queda a cargo del usuario, aunque existe la probabilidad que un porcentaje elevado de las personas utilicen el navegador instalado por defecto en su sistema operativo. Si se habla de Windows, el navegador de compañía es Internet Explorer, y en Mac OS X e iOS – sistemas operativos de terminales comercializadas por Apple – el navegador predeterminado es Safari.
Quien emprenda tareas de diseño web debería tener en cuenta que tanto Mozilla Firefox como Google Chrome ofrecen herramientas nativas que facilitan la creación y desarrollo web. Mediante el uso de estas herramientas es posible modificar en tiempo real cualquier página web desde su código fuente de manera local, lo cual significa que estos cambios son visibles únicamente para quien los haga, y los mismos no son publicados, además de varias funcionalidades que permiten mejorar el flujo de trabajo de manera eficiente. Por ejemplo, al poder modificar reglas CSS en tiempo real, se ahorra el trabajo de modificar el archivo, guardar los cambios y recargar la página para ver el resultado; con este tipo de herramientas se puede modificar en vivo, ya que el navegador interpreta los cambios al momento de hacerlos.
A su vez, es fundamental hacer tests del diseño desarrollado en la mayor cantidad de navegadores como sea posible. Considerando que no todos los usuarios ingresan a la Web de la misma manera, y que cada navegador tiene sus propias reglas sobre cómo interpretar en pantalla cada elemento, es absolutamente necesario revisar que el sitio web funcione correctamente por lo menos en las versiones estables de los programas mencionados anteriormente.